miércoles, 20 de octubre de 2010

Travestismo de alta cámara

Hoy muchos estábamos quitándonos las legañas con la que sea quizá no solo la noticia del día, sino la noticia de la semana.
Un Zapatero que entraba al Congreso de los Diputados a primera hora de la mañana entonando un “yo no sé nada” (que si bien no sabe usted nada sobre la remodelación del Gobierno, qué es quién la hace, apañados estamos, pero no nos tome por estúpidos…), no quería que la noticia estrella le arrebatase ese sabor a victoria por haber conseguido un año más apoyos parlamentarios para continuar ocupando el Palacio de la Moncloa, que no para ayudar a salir a los ciudadanos españoles de la crisis económica, pues solo hay que ver la expectativa de crecimiento de la economía, así como la reducción prevista en el apartado destinado a sufragar las prestaciones sociales por desempleo, 8.120 millones de euros.
Es posiblemente uno de los programas de mayor gasto social, como alardea el propio presidente, defendiendo el gasto social como elemento capital de su política. Sin embargo analizando esta durante los últimos 2 años, vemos que su política ha tenido un resultado claro y con consecuencias que inciden directamente sobre el gasto social: un aumento masivo del desempleo.

Los medios de comunicación nacionales abrían sus cabeceras informativas con la remodelación de Gobierno realizada por Zapatero con la excusa de la marcha de Celestino Corbacho a Cataluña, donde configurará parte de las listas del PSC para las elecciones que el mes que viene tendrán lugar. Todos creíamos que solo se retocaría el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y quizá a los sumo el de Ciencia e Innovación, pues los ecos de que la ministra Garmendia no se encontraba a gusto dentro del ejecutivo era propagado a los 4 vientos.
Sin embargo la sorpresa ha sido mayúscula cuando hemos visto perplejos la reforma acometida al ejecutivo. Quizá esta ha sido el sentimiento que el Presidente del Gobierno ha buscado transmitir tanto a los ciudadanos, cada día más desafectos a su liderazgo, así como a los mercados financieros internacionales, verdaderos artífices de la economía nacional.
Quizá con esta reforma, se haya intentado además dar una vuelta de tuerca a una legislatura que parecía abocada a una supervivencia en estado paliativo, sin perder de vista los presupuestos del año que viene y las elecciones autonómicas y municipales que hay de por medio.

Las claves más importantes de la reforma:
- Rubalcaba, el hombre fuerte.
Quizá lo que más haya sorprendido a muchos es el cese de María Teresa Fernández de la Vega como Vicepresidenta Primera y Portavoz del Gobierno, pasando ambos cargo a Alfredo Pérez Rubalcaba, que además de ser doctor en químicas, posee también la cartera del Ministerio de Interior. De la Vega ha sido considerada por muchos como la “salvacuellos” de Zapatero, como su escudo frente a la prensa y a las críticas. Era considerada elemento capital en el Gobierno. Pero en la política como en la vida, nada es permanente.
Las encuestas de opinión pública han dado a Rubalcaba siempre una de las mejores puntuaciones en el ejercicio de sus funciones, superando incluso al propio Presidente del Gobierno en más de una ocasión. Qué es uno de los hombres fuertes del PSOE nadie lo pone en duda, y que con la adquisición de nuevos cargos aumenta su sombra tanto dentro como fuera del partido no puede pasarnos de largo.
Que Zapatero actualmente es un “animal político” herido de muerte y apaleado por los mercados internacionales, Europa y la Casa Blanca, es sabido, pues su travestismo ideológico desde un socialismo idealista y equitativo, con talante, a pasar a los mayores recortes de derechos sociales de la historia de la democracia contemporánea española existe un abismo más que un trecho.
En vista de esto y de la pregunta que muchos medios y analistas políticos se están realizando desde hace semanas (¿Se presentará Zapatero a la reelección?), queda abierta la posibilidad de una nueva vía de escape. Que Rubalcaba en aras de un Zapatero fuera del juego político encabece las listas electorales en las elecciones de 2012. Quizá sea el político que mejor valoración popular posee en estos momentos y a lo largo de las dos legislaturas. Es una hipótesis interesante que solo el tiempo y quizá algún despiste de los miembros del Gobierno logre aclararnos.


- Igualdad, todo o nada.
El Ministerio de Igualdad se presentaba como un revulsivo para conseguir una mayor igualdad de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad a través de la institución de esta en forma de ministerio, además de tener en la violencia de género uno de sus enemigos más importantes. Una apuesta del propio Zapatero. Intentó ser tanto la vitrina del idealismo zapateril que hasta su ministra apenas pasaba la treintena, mostrando un modelo de mujer joven que prolifera en la vida, sobre todo en un campo destinado históricamente a los varones como es la política.
Muchos de la oposición tuvieron tempranamente ya enfrentamientos con este ministerio, lo que acabaría por ser una batalla ideológica y cuasi religiosa en lo que al tema del aborto y la ley que lo regula, se refiere.
Este Ministerio se ha mostrado, desde el punto de vista administrativo y funcional, como una ineficacia e ineficiencia elevadas al máximo exponente. Muchos creíamos que la vía para llevar a cabo una mayor consecución de la igualdad no era mostrando un Ministerio-escaparate que hiciese a la vez de propaganda ideológica y modelo moral. Quizá las cifras de las muertes por violencia de género (cuya incidencia no solo recae sobre la educación social y políticas que ha llevado este Ministerio a cabo, sino también en el de Interior y el de Justicia) que no solo no han descendido, sino que por desgracia parece que no van a remitir, sean el principal aval de su eficacia y su deslegitimidad en cuanto a resultados en una época en que miles de personas no conseguían llegar a fin de mes, hacía que se considerase a este Ministerio un despilfarro inútil. Secundariamente, un fracaso del propio Presidente.



- Leire Pajín, el paradigma del progreso político.
Esta guipuzcoana de 34 años ha conseguido ser figura referente en el PSOE desde una edad temprana. Esta socióloga, con una meteórica carrera política, ha llegado al Ministerio de Sanidad y Política Social desde la Secretaría General del PSOE. Su nombramiento como Ministra ha hecho que Marcelino Iglesias pase a ocupar, aunque todavía no de manera oficial el cargo que ella ocupaba previamente.
Es cierto que Leire dentro del mismo PSOE, no cuenta con la devoción de muchos de sus afiliados, así como de tampoco muchos otros ciudadanos fuera de este. Sin embargo la pregunta que pudimos plantearnos con Bibiana Aído puede presentársenos aquí de nuevo. ¿Está realmente capacitada para un cargo de esa responsabilidad? Bien es cierto que en sociología mucha medicina, farmacología, administración de sistemas sanitarios y educación para la salud no creo que enseñen, pero cuenta con una ventaja, este ministerios tiene casi todas las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, por lo que su principal desafío será vérselas con las diferentes Consejerías de Sanidad de estas. Seguiremos su evolución como Ministra…

- Trinidad Jiménez, Hi-Fi.
Si algo caracteriza a Trinidad, o a la “Señorita Trini” en labios de Alfonso Guerra, es ser una mujer de partido. Una militante que lucha por los objetivos que la plantean desde instancias superiores y que aunque su afrenta no sea de su agrado, la encara con total deportividad, una militante de alta fidelidad. Su derrota en las primarias madrileñas y su anterior paso por el Ministerio de Sanidad y Consumo, posterior a su Secretaría de Estado para Latinoamérica, ha hecho que Trinidad sea nombrada Ministra de una de las carteras “joyas de la corona”, Exteriores. Todo trabajo o encargo, tiene su recompensa. No es que no sea capaz de desempeñar este cargo, no posee la dilatada experiencia de Moratinos en las relaciones internacionales, pero quizá un aire nuevo sea conveniente a un Ministerio que ha perdido prestigio por su reacción en diversos conflictos diplomáticos y políticos a escala internacional. De todas formas nunca perdamos de vista que la última palabra sobre cualquier acción sale de labios de José Luis Rodríguez Zapatero.

- La ministra que debió ser cesada, pero que no lo fue.
Si a mi juicio, además de Beatriz Corredor (Vivienda) y Espinosa (Medio Ambiente y Fondo Marino) alguien debía ser cesado por su ineptitud frente a un cargo, esa era la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, una Ministra que se pasea con los hilos que la manejan colgando en dirección al Presidente. Una mano ejecutora de los pensamientos, aunque más bien de las órdenes dictadas desde otras instancias a este.
Una Ministra que ni posee el carisma necesario para que los propios ciudadanos crean capaz de dar luz a esta penosa situación y mucho menos la escena internacional.

- El ministerio de la deshonra.
El peor destino quizá recaiga sobre Valeriano Gómez, el nuevo Ministro de Trabajo.
Quizá un detractor de la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno y participante en la manifestación sindical del 29-S sea capaz de “apaciguar” a unos domesticados sindicatos y redirigir la política laboral hacía las disfuncionalidades de las que realmente padece. No de los prejuicios ideológicos que se pretenden trasladar a esta maltratando y vulnerando derechos laborales.



Sin embargo una cosa es clara, Zapatero intenta dar un giro de 180 grados a su imagen y a su legitimidad política. No posee ya mucho crédito, si acaso lo tiene, pero mientras se siga preocupando por lo que dicta el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y otras instancias internacionales, adalides del liberalismo más exacerbado, los ciudadanos serán los principales perjudicados por esta crisis.

“La gente vota cada cuatro años pensando que puede cambiar cosas, pero los mercados financieros votan todos los días”
                                                                                                               Ramón Fernández Durán

One response to “Travestismo de alta cámara”

Alberto D dijo...

Buen análisis. Te has dejado a Jáuregui.
De todas maneras este nuevo Gobierno puede tener una mejor proyección social pero aún no he oído a nadie que diga que gestionará mejor los problemas del país o la crisis.
Un abrazo

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